1. Compañeros
Lo primero es estar muy atento a los comportamientos de tus compañeros de clase e identificar con quienes tienes más características en común. Así, además de seguir haciendo lo que te gusta hacer, puedes encontrar excelentes compañeros de trabajo. Los grupos de trabajo son una gran fortaleza durante la carrera pues a medida que se van conociendo, cada uno toma el rol en que mejor se desempeña. Encontrar quienes más te aportan intelectualmente es la mejor forma de construir amistades en la universidad.
2. Cuestionamientos
Las dudas sobre si elegiste la carrera indicada son permanentes durante el primer semestre. Sin embargo, este cuestionamiento es muy importante para reafirmar tus verdaderos intereses en la disciplina que elegiste. Acércate a las personas (profesores, compañeros y demás profesionales del área), que puedan despejar tus dudas.
3. Objetivos claros
A pesar de la incertidumbre, debes tener claro cuál es el especial aporte de cada materia en tu carrera y qué es lo que más te interesa de ellas. De esta manera irás encontrando tus fortalezas y probablemente llegues a hacer grandes proyectos con ellas. En la medida en que avances, es recomendable que vayas visualizando tus proyectos a largo plazo.
4. Resolución de problemas
Una de las grandes diferencias entre el colegio y la universidad es que en la segunda, tus mismos profesores te dan los problemas para que tú los resuelvas. Es importante saber esto desde un principio para que tengas recursos y formas de solucionarlos. Ser perseverante y constante son características que te llevarán a avanzar rápidamente en tus objetivos.
5. Demostrar interés
Una de las cosas más importantes para un profesor es verse motivados por la participación de sus estudiantes. En la medida en que vea que participas en su clase y haces preguntas que generen opiniones, mayor será tu apreciación por él, te irá mejor con las notas y probablemente te involucres más.
6. Asistir a clases
En muchas universidades hay exigencias por la asistencia a clases. Es importante asistir, no sólo porque te controlan, sino porque la interacción con el profesor es determinante en tu proceso de aprendizaje y lo más probable es que a la hora en que lleguen los exámenes, no tengas que estudiar tanto pues ya recuerdas los temas vistos.
7. La nota no es lo más importante
En la medida en que te involucres con la materia de una manera divertida y con tus compañeros de clases, tendrás mejores resultados en las notas. De lo contrario, obtener buenas notas será una pesada carga que te demandará muchos más esfuerzos. Lo que más se evalúa, por lo general, es tu capacidad de análisis y postura frente a los ejercicios.
8. Las evaluaciones
Aunque ahora no parezca así, los parciales y exámenes son una manera de analizar cómo avanza tu proceso de aprendizaje. Es importante que uses los exámenes para darte cuenta en qué áreas sabes más y en cuáles debes fortalecer tus estudios. También es fundamental que hables de los resultados con tus profesores. Ya verás que te irá mucho mejor.
9. Hacer preguntas
No importa el tipo de pregunta, si los demás piensan que es tonta o que estarás en ridículo por participar. Plantea tus cuestionamientos y aclárarlas en clase. No hay dudas que el profesor no te pueda resolver o datos que te sirvan para responder a tus preguntas.
10. El tiempo, lo más importante
Organizar el tiempo, tanto de estudios como de ocio y fiesta es la manera más efectiva de ver los resultados positivos día tras día. Determinar las prioridades y clasificarlas según tus intereses es una buena manera de empezar a hacerlo. Te darás cuenta de lo mucho que has avanzado.
Catalina López Fernández
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