Una de las principales apuestas de los países desarrollados y de aquellos que pretenden serlo, ha sido la de de integrar la mayoría de sus planes y proyectos con las nuevas tecnologías.
Estas innovadoras herramientas que día a día aparecen en el mundo, se han planteado como uno de los medios para cumplir algunos de los objetivos del milenio: garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, fomentar la cooperación internacional mediante una asociación mundial para el desarrollo y lograr la universalidad en la educación, entre otros.
Precisamente este último componente, es tal vez el garante para que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), puedan llegar a todas las personas, ya que para su implementación en la sociedad se requiere de un proceso formativo.
Es por esto, que la academia juega un papel fundamental como responsable de aplicar dentro de sus procesos educativos estas nuevas herramientas.
En nuestro país, la ejecución de este tipo de procesos se ha desarrollado en algunos casos con cierta lentitud, ya que muchas veces por infraestructura o por bajos recursos económicos, las universidades se ven en dificultades de establecerlas.
"La práctica de las TIC en las instituciones educativas es muy irregular. Unas las han implementado de una forma transversal y otras para asuntos puntuales, sin ningún tipo de estrategia. Sin embargo, cabe anotar que es un tema que ya no es ajeno a ninguna de ellas, de una u otra forma se dan estos procesos como parte de las estrategias de competitividad", afirma Andrés Chiappe Laverde, director de la Maestría en Informática Educativa del Centro de Tecnologías para la Academia, de la Universidad de La Sabana.
Cabe anotar que las TIC le permiten tanto estudiantes como a maestros generar condiciones y espacios para que el aprendizaje alcance otras dimensiones.
Pero cómo se está realizando esta implementación al interior de las universidades, teniendo en cuenta que en futuro muy cercano estas nuevas tecnologías serán parte integral del ejercicio profesional de las personas.
Es común ver que en los espacios académicos los estudiantes utilizan algunas de estas herramientas no como parte de su ejercicio académico, sino para su uso personal.
Según Andrés Chiappe, la recomendación general para que esto no suceda, es que los jóvenes identifiquen aquellos elementos que les permitan buscar, almacenar, recuperar y compartir información relevante para su aprendizaje. Es una cuestión de encontrar las herramientas precisas y acostumbrarse a su uso, de manera que se conviertan en un componente más de su cotidianidad.
Pero este proceso que deben interiorizar los estudiantes, debe pasar primero por una correcta estrategia por parte de los docentes, quienes deben implementar la utilización de materiales digitales dentro del aula, además de propiciar dinámicas flexibles de colaboración y socialización entre los estudiantes, y transformarse en su totalidad como maestros.
Finalmente hay que mencionar que la implementación de las TIC, no se podría desarrollar sin una política estatal que lo respalde. Por lo que el proyecto 'PlanesTIC' adelantado por el Ministerio de Educación Nacional ha servido para acompañar a las instituciones educativas en la construcción de planes estratégicos para la incorporación de las nuevas tecnologías.
Andrés Quintero Palomino
F eltiempo.com
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